En la era actual en la que vivimos caracterizada por el individualismo y el vivir de prisa quizás sea un poco difícil. Sin embargo te pedimos que hagas un acto de reflexión y que logrees recordar alguna experiencia en la que sintieras que alguien hiciera algo por ti sin motivo aparente o necesidad.
¿Has logrado identificar alguna conducta altruista hacía ti?
Es cierto que se dice el ser humano es egoísta por naturaleza y si esta expresión se contempla desde el ámbito evolutivo y la filogenia de la especie se puede entender que es cierta. Sin embargo algunas personas a las que se les llama altruistas tienen una forma de ser y de manifestarse que promueven la ayuda y el darse hacia los demás.
¿Has tenido la oportunidad de conocer a personas con la capacidad de hacer actos por los demás?
¿Qué es el altruismo?
La Real Academia de la Lengua Española define el altruismo como la capacidad y la tendencia de ayuda a los demás de manera desinteresada e incluso contra el propio interés. Esta preferencia por optar este tipo de comportamientos, actitudes y disposición de cooperación hacia los demás se asocia a la mera experiencia positiva que se percibe al dar o al ayudar.
El termino altruismo o las llamadas personas altruistas se han contemplado desde la perspectiva biológica y evolucionista. En este sentido la conducta se ha asociado al carácter biológico de protección y bienestar hacia los miembros del grupo al que se pertenece. Esta especificación de altruismo viene supeditada por el incremento de la probabilidad de la continuidad de la especie debido a que los actos altruistas se dirigen hacia el grupo con genes compartidos.
La conducta altruista sin influencia genética
La respuesta a la pregunta deriva de la adaptación y evolución de la esencia del acto altruista. Aunque en su origen se asociaba a miembros del grupo ahora se contempla el acto en sí aunque no exista vínculo genético.
La explicación a la conducta altruista sin conexión genética ni relación previa se ha asociado a la propia esencia del acto de ayudar o dar. La sensación de bienestar y de dar hacía los demás se ha derivado desde el propio acto de generosidad de prestar tiempo a los demás o al ofrecer bienes materiales cuando se conoce la carencia o la necesidad.
Características de las personas altruistas
Las personas altruistas se caracterizan por su actitud y predisposición hacía los demás. Las actitudes altruistas se asocian y están relacionadas por el acto en sí de anteponer las necesidades de los otros a las suyas propias. En la realización de estos actos se engloban tanto los aspectos de dedicación y soporte aunque también con el acto de compartir sus bienes o de mostrar detalles hacía las demás personas.
10 Rasgos de las personas altruistas
Ofrecen y priorizan su tiempo altruistamente a las demás personas.
Un aspecto que se destaca es el ofrecimiento de su tiempo libre para proporcionarlo hacía la realización de tareas, recados o aspectos importantes para la otra persona.
- Capacidad de escucha activa y empática hacia los otros.
Las personas altruistas tienen una especial capacidad de escuchar a los demás pues ponen toda su atención y los sentidos para proporcionar su cercanía, comprensión y respeto.
Brindan su tiempo hacía la realización de actos comunitarios y sociales.
Un ejemplo de la personalidad altruista es la participación en actividades sociales y pertenecientes a la comunidad. Aunque estas actividades van destinadas a algún colectivo especifico o recolección de bienes por una necesidad, la persona altruista normalmente se vincula hacia el grupo que gestiona el evento.
Cultivan el amor hacia los seres queridos.
Este estilo de personalidad altruista dedica tiempo de calidad hacia sus seres queridos y le transmiten su amor de la manera más cálida, cercana y amable posible.
- Disfrutan de la conexión emocional.
Poseen la capacidad de establecer conexiones mediante su propia emoción y se vinculan desde la empatía y el entendimiento emocional con el otro. Es un rasgo altruista, pues se pone en el lugar emocional de la otra persona logrando un mayor entendimiento.
- Comparten sus bienes materiales para uso y disfrute de las demás personas.
Las personas altruistas ofrecen sus propias posesiones y las comparten de manera espontánea y natural. Sienten que pueden confiar y que los demás cuidan sus cosas al igual que ellos mismos.
- Eligen profesiones destinadas a la ayuda, acompañamiento y bienestar.
El estilo de profesión que suelen elegir las personas altruistas se caracterizan por la rama sanitaria, educación y participación social. La elección de estas profesiones se basa en satisfacer la propia necesidad de ayuda desde el desempeño de su rol personal.
Son personas amables, bondadosas y cálidas con los demás.
Una mera observación bastaría para identificar a una persona altruista, pues la dedicación que ofrece y el intercambio comunicativo se basan en gestos compasivos, cálidos, respetuosos y cercanos.
- Interés por el medio ambiente y la naturaleza.
Disfrutan de la esencia de la naturaleza y del aire libre. Tienen una alta capacidad para apreciar los pequeños placeres de un atardecer, el olor sutil de la las plantas o el sonido de las olas del mar.
- Alta capacidad de identificar los gustos de los demás.
Las personas altruistas son muy detallistas y poseen una capacidad especial para identificar pequeños gestos que pueden alegrar el día de los demás. Muestran su afecto mediante pequeños regalos o notas ánimos y afecto a sus compañeros de trabajo entre otras.
Bibliografía
Martínez, M. (2003). La evolución del altruismo. Revista colombiana de Filosofía y Ciencia, 4, 27-42.