¿Sufres rabietas con niños a menudo? Descubre en este artículo algunos consejos infalibles de nuestro equipo de psicólogos para superar con éxito las rabietas en niños.
Cuando toca ir al supermercado, cuando hay que ir a la cama, de viaje, en un restaurante… Seguro que tu hijo siempre encuentra el momento perfecto para coger una de sus rabietas. Y si el momento es lo más inoportuno posible, mejor que mejor.
Las rabietas en niños son su forma de expresarse y de pedir aquello que desean y, por supuesto, su forma de querer conseguirlo sí o sí. Los dos años es la edad en la que las rabietas empiezan a hacer su aparición, siendo sufrida alguna vez por la mayoría de los niños. Eso sí, no debes preocuparte de más porque es algo que le sucede a la mayoría de los padres.
Normalmente, estas rabietas en niños tienden a desaparecer sobre los cuatro años, pero claro, hasta entonces resulta de lo más insoportable. Por eso, en este post vamos a revelarte los mejores consejos para que puedas enfrentarte con éxito a las rabietas con niños. No obstante, si ves que la situación llegase a ser insostenible te recomendamos acudir a un psicólogo infantil especializado para que os ayude.
Consejos para las rabietas en niños
Sí, lo sabemos. Se te hace un mundo el no hacerle caso y pasar absolutamente de él. Pero sabes que si le das más cancha de la que ‘se merece’, va a utilizarlo siempre para conseguir aquello que quiere y eso aún será peor. Por eso te damos algunos consejos para las rabietas con niños, que puedes seguir en el momento en el que a tu pequeño le entre esa rabia interior convertida en una rabieta en niños en potencia. Toma nota porque pueden venirte muy bien.
Juega al despiste
Cuando una rabieta en un niño se aproxima, se nota. Todos los padres tienen claro cuando su hijo va a empezar a patalear porque lo nota en su cara o gestos. Así que, si ves que eso va a pasar, despístalo. Por ejemplo, si estás en mitad de un vuelo y ves que va a llegar el momento, plantéale un juego y haz que se olvide de lo que iba a comenzar a hacer.
Ignora la pataleta
Debes saber que cuando está en medio de la pataleta lo mejor que puedes hacer es ignorarlo. No va a dialogar contigo por mucho que lo intentes porque se encuentra totalmente ido. No le prestes ninguna atención para que él vea que realmente lo que está haciendo no te importa. Si le damos más importancia de la que tiene o le damos aquello que nos ha pedido, sabrá que esa es la forma de conseguir todos sus propósitos y lo usará en tu contra.
Si te encuentras en casa, bastará con dejarlo solo e irnos a otra habitación sin hacerle caso. Cuando vea que no le haces ni caso, te seguirá allá donde vayas pero acabará dándose cuenta de que no sirve de nada. Si por el contrario te encuentras en la calle, bastará con que haces que no lo miras o que, incluso, estás hablando con el móvil sin prestarle mayor atención (obviamente sin perderlo de vista).
Mantente firme
Es muy importante que no decaigas. Aunque tengas a medio supermercado mirándote y, sobre todo, juzgándote. Ya sabemos que con los hijos de los demás todos solemos juzgar pero ni te preocupes en caso de pataleta. Como te hemos comentado, es algo muy habitual en los niños. Por eso, no te vengas abajo. No le hagas coso y sigue a lo tuyo. Si cedes, acabará consiguiendo lo que quiere y, por tanto, ganará él.
No te enfades
Imagínate la situación. Tu hijo en plena rabieta de niños y tú enfadado. La escena está montada seguro. Así que, no te cabrees. Lo único que conseguirás es que él se venga aún más arriba y eso no te conviene en absoluto. Él creerá que tiene el poder de conseguir que te pongas fuera de sí y saber que puede condicionarte le encantará. Así que, tienes que estar muy calmado y yendo totalmente a lo tuyo. No entres en su juego porque te aseguramos que será aún peor. Al final, se trata de quitarle importancia a la situación que acaban de crear por querer salirse con la suya. Cuanto menos importancia vean que le das, mejor.
No le escuches
Si intenta hablarte mientras se encuentra en esa situación, te recomendamos que no le escuches. Haz como que no les estás oyendo o, directamente, díselo. Asegúrale que si sigue hablando así no le puedes entender y, por tanto, no puedes razonar con él. De este modo, si quiere explicarse, es posible que rebaje su nivel de rabieta e intente hablarte de forma normal para conseguir lo que desee. Eso sí, no se lo des por mucho que se calme porque lo utilizará como arma en otras ocasiones.
Olvídate del tema
Cuando la pataleta se haya pasado, no le des más importancia. Ni te muestres enfadado con él ni nada por el estilo. Simplemente, cambia de tema. Haz ver que lo que acaba de pasar realmente no ha pasado. Así de simple. Al ver que no le has dado importancia sabrá que esa no es la solución y no lo utilizará en tu contra.
Como tratar la rabieta en niños según la edad
Como te hemos dicho antes, los dos años es la edad en la que las rabietas en niños empiezan a hacer su aparición estelar. Estelar para ellos porque, en muchas ocasiones, les sirve para salirse por la tuya. Y estelar para ti, por la escena que te montan en los lugares públicos. A continuación te contamos qué ocurre dependiendo la franja de edad en la que se encuentren.
Rabietas en niños de dos años a cuatro años
Las rabietas en niños de 2 a 4 años se caracterizan en que tu bebé ha dejado de serlo para convertirse en un niño. Sí, así es. Ahora ya no te ‘necesita’ tanto como antes y busca la manera de ser mucho más independiente. Con ello, asume un poder que antes no tenía y que lo usa en muchas ocasiones para conseguir lo que no pueden o deben tener. Ese poder lo utilizan en forma de contradicción continua a lo que tú dices.
Por ejemplo, quieres que se vaya a la cama y él, por contra, no quiere ni oír hablar del tema. Esa fase en la que la palabra ‘no’ parece que es la única de su vocabulario. Ellos no saben explicar aún con palabras sus sentimientos y transforman el ‘estoy enfadado’ o el ‘no quiero ni por asomo hacer lo que tú me dices’ en una pataleta sin fin acompañada por gritos.
Estas rabietas en niños también pueden suceder por el hecho de que nuestros pequeños no asumen la frustración. No saben que el no salirse con la suya se encuentra dentro de sus posibilidades.
Rabietas en niños de cuatro a seis años
Empieza la época de transición en la vida de tu hijo en el que va conociendo su entorno y se forma su personalidad. Es una época de extremos: enfados brutales, cabezonería y gritos parecen la tónica general.
Lo primero que tienes que tener en cuenta es que no es un caso aislado y que le sucede a la mayoría de los niños en esa edad. Es algo con lo que las madres y los padres tienen que lidiar. Empiezan ya a ser mucho más independientes y creen que tienen el poder de conseguirlo todo por ellos mismos. De hecho, seguro que sientes esa ‘bipolaridad’ que pueden llegar a tener. Igual eres su persona favorita en el mundo, que eres lo peor.
Aquí, para lidiar con la rabieta en niños de 4 a 6 años, te aconsejamos seguir con alguna de las siguientes pautas que te hemos comentado antes:
- Tragarte tu enfado y hacer como si nada pasara. Al principio aún les sacará más de quicio pero aprenderán que esa no es la manera.
- Apostar por la risa. Haz como que la situación, en vez de un completo desastre que es lo que es, te parece graciosa. Opta por hacerle alguna broma o se gracioso con él. Verás como, si ve que tú desvias de tu mente la rabieta, él puede llegar a hacerlo sin problemas.
- No seas un mal ejemplo. Seguro que en muchas ocasiones tú mismo te pones en plan ‘rabieta de adulto’ y te enfadas con él más de la cuenta. Obviamente porque te está sacando de quicio en la mayoría de los casos. Por eso, la próxima vez, intenta controlar tus impulsos, respirar hondo y hacerle ver que se pueden conseguir las cosas de otro modo.
- Respeta también sus necesidades. Es decir, no vale un ‘no’ a todo. También hay que razonar llegado el caso. Nos referimos, por supuesto, a antes de que la rabieta haga su aparición. No puedes negarte a todo lo que tu hijo o hija te pida. Al final, las rabietas en niños son una de las fórmulas mágicas para relevarse contra el mundo. Intenta dialogar y aprender que, a veces, hay que ceder.
En conclusión, respecto a las rabietas en los niños, debes tener en cuenta que:
- Siempre dependerá de cómo es el niño la existencia de más o menos rabietas. Este hecho va en su personalidad. Eso sí, ya te avisamos de que es alguna en tu vida vas a vivir seguro.
- Siempre ten una actitud firme y sin darle apenas impotancia. No flaquees y verás como al final saben que esa no es la solución.
- Puede que al ignorarlo, el nivel de las rabietas se venga arriba durante los siguientes días. Tranquilo porque al final se cansará.
- Las rabietas en niños cansan y mucho. Y no solo a los padres, que también, a ellos les produce un desgaste emocional y físico que hace que se calmen a los 5 o 10 minutos. Todo pasa. Ten paciencia y verás como el tiempo cada vez es menor.
Sobre todo ten en cuenta lo que te hemos dicho al comienzo: las rabietas son normales entre los 2 y los 4-6 años de edad. Es algo por lo que la mayoría de los padres pasan, con lo que no significa que tú estés teniendo un mal ejemplo de cara a tu hijo, sino que al no saber explicarse intentan encontrar la forma de hacerlo. Así que ármate de paciencia y ten por seguro que todo pasa, te lo aseguramos. En nada las rabietas en niños serán cosa del pasado.